¿Cómo cuidar el cabello graso?

publicado el 09 abril 2023 por Andressa Maravieski

Sientes la sensación de cabellos sucios, pesados y no sabes ¿Cómo cuidar el cabello graso?

Descubre las causas y entiende por qué tu cabello es o está oleoso y cómo puedes mejorar eso!

El cambio de algunos hábitos, la elección de los productos a ser utilizados y una consulta con un tricólogo (dermatólogo especialista en pelos y cabello) pueden ayudarte a tener un cabello más saludable.

¿La producción de oleosidad en el cuero cabelludo es mala?

Teniendo en cuenta que todo en nuestro organismo tiene una función, la producción de oleosidad en el cuero cabelludo es un proceso natural y necesario para proteger e hidratar nuestros cabellos.

Sin embargo, la producción desequilibrada de oleosidad por las glándulas sebáceas, además de la sensación y aspecto desagradables, puede generar problemas o enfermedades como picazón, caspa, acné, dermatitis, seborrea e incluso pérdida de cabello.

¿Pero por qué mi cabello es oleoso?

Hay varios factores que pueden alterar la producción de oleosidad en tus cabellos. Algunas posibles causas son:

  • Lavado insuficiente o exagerado de los cabellos;
  • Baños con agua muy caliente;
  • Uso constante de secador, plancha, rizador en altas temperaturas;
  • Elección de productos para otros tipos de cabello;
  • Uso inadecuado de acondicionadores y cremas;
  • Exceso de procedimientos químicos (alisado, decoloración, tinte…);
  • Posar las manos en los cabellos con frecuencia;
  • Utilización constante de accesorios para cabello (gorras, sombreros, gorros);
  • Dormir con los cabellos húmedos;
  • Larga permanencia de la toalla mojada en los cabellos;
  • Hábitos de alimentación y de ingestión de agua poco saludables;
  • Exposición prolongada al sol;
  • Rutina estresante;
  • Falta de sueño reparador;
  • Problemas fisiológicos y alteraciones hormonales;
  • Uso de medicamentos y anticonceptivos;
  • Exposición a ambientes con alto contenido de grasa.

Si te identificaste con alguno de estos hábitos, intuitivamente podrás adoptar la rutina contraria para cuidar del cabello graso. Haz algunas pruebas y si aún así no se reduce el problema, busca a tu especialista.

¿Cómo cuidar el cabello graso?

Para disminuir la producción de aceite en tu cabello, puedes adoptar algunas medidas simples:

  • Rutina de lavado alternado;
  • Usar temperaturas más bajas durante la ducha;
  • Usar temperaturas más bajas durante el uso de aparatos eléctricos o usarlos lejos de la raíz del cabello;
  • Optar por el secado natural del cabello;
  • Adquirir productos específicos para cabellos grasos;
  • Aplicar acondicionador solo en las puntas;
  • Evitar: cremas sin enjuague, el manejo frecuente del cabello y el uso constante de accesorios;
  • Realizar un cronograma capilar;
  • Considerar las particularidades;
  • Alimentarse bien e ingerir suficiente agua;
  • Hacer actividades físicas y/o de relajación;
  • Consultar a tu médico

Entiende:

Lavarse el cabello cada dos días es la frecuencia más recomendada.

Si tienes la costumbre de lavarte el cabello todos los días o varias veces al día, debes saber que la eliminación constante del aceite del cabello puede tener el efecto contrario: estimular aún más la producción de las glándulas sebáceas. Esto se considera el efecto rebote.

El uso de temperaturas más suaves al ducharte y al secar o peinar tu cabello también es aconsejable. Esta práctica evita la sequedad, además de proporcionar un mayor brillo a los mechones.

El agua caliente o las fuentes de calor resecan el cuero cabelludo y estimulan aún más la producción de sebo (nuevamente, el efecto rebote).

Dejar que el cabello se seque naturalmente y dormir con los mechones completamente secos son hábitos simples que pueden prevenir enfermedades capilares.

Mantener el cabello envuelto en una toalla mojada después de la ducha o dormir con él aún húmedo puede causar la obstrucción del cuero cabelludo, provocando enfermedades.

Los productos específicos para cabellos grasos tienen estudios y tecnologías propias. El uso de champús transparentes con efecto astringente puede ofrecer mejores resultados.

Repite el lavado del cabello durante la ducha y masajea solo el cuero cabelludo sin frotar la longitud, dejando que el champú se limpie libremente. Usa las puntas de los dedos haciendo movimientos circulares y nunca uses las uñas para no lastimar tu cabeza al momento de enjabonarla.

Es recomendable usar champús anti-residuos, exfoliantes capilares o ampollas para una limpieza más profunda y para equilibrar la oleosidad, solo una vez por semana. Abusar del uso de estos productos también puede provocar el efecto contrario.

Incluso si tienes cabello graso, es importante que uses acondicionador para cerrar las cutículas de los mechones y protegerlos, dejándolos más suaves y brillantes.

Sigue las instrucciones del fabricante al aplicar el acondicionador y déjalo actuar durante el tiempo adecuado. Enjuaga completamente sin dejar residuos y aplica solo en la longitud (debajo de la altura de las orejas) o solo en las puntas si tienes cabello corto.

Evita productos que contengan sulfato de sodio o alcohol, ya que eliminan todo el aceite del cabello, dejándolo desprotegido y provocando el efecto rebote.

Los productos con silicona y aceites en la fórmula también deben mantenerse alejados de tu cabello, ya que pueden dejar tus mechones con un aspecto pesado y obstruir los poros, provocando más oleosidad.

Lo mismo ocurre con el uso de cremas sin enjuague. Según la dermatóloga Joana:

"Las cremas sin enjuague -o incluso los acondicionadores, cuando se usan en exceso- dejan residuos que pueden generar la proliferación de hongos. Además, estos residuos ayudan a obstruir los poros de salida de las glándulas, lo que puede causar dermatitis."

en una entrevista para Aneethun Beleza com Inteligência

Procura evitar cepillar constantemente o pasar las manos con frecuencia por el cabello, ya que pueden estimular la producción de aceite, además de transferir la suciedad de las manos a los mechones.

Otra forma de ayudar a controlar la producción de sebo en el cabello es realizar un cronograma capilar, que consiste en una rutina de cuidado del cabello con un plazo determinado (generalmente 4 semanas), que combina etapas de hidratación, nutrición y reconstrucción, y es capaz de devolver a los mechones los nutrientes importantes para que se mantengan saludables.

Aunque son muy comunes en cabellos secos o con muchos productos químicos, la elección de buenos productos para llevar a cabo el cronograma también puede ayudar a la autorregulación de las glándulas sebáceas en cabellos grasos.

Teniendo en cuenta que todo en nuestro cuerpo está interconectado, nuestras rutinas diarias influyen en el buen funcionamiento y equilibrio de nuestro cuerpo. La alimentación, la calidad del sueño y la ingesta de agua afectan el pH de la piel y el cuero cabelludo, y también pueden hacer que el cuerpo produzca más o menos aceite.

Procura hacer actividad física de forma constante para reducir el estrés, que libera cortisol en el cuerpo, lo que a su vez estimula la producción de aceite en las glándulas sebáceas. Las actividades de relajación como la meditación y el yoga son ideales para aliviar las rutinas estresantes.

Si, incluso después de aprender cómo cuidar el cabello graso y adoptar hábitos positivos, no obtienes resultados, deberás ir a ver a tu médico.

Puede ser que otros factores, como alteraciones hormonales, la administración de algún medicamento o condiciones fisiológicas, estén alterando el funcionamiento equilibrado de tus glándulas sebáceas.

En estos casos, tu médico solicitará algunos exámenes y, después de un diagnóstico preciso, podrá indicar otras formas de recuperar la salud de tu cabello.

¡Consejos para resultados inmediatos!

Por último, cuando surge un compromiso al final del día o no hay tiempo para darse una ducha, Loreal Paris sugiere algunos "trucos sucios" que se pueden usar para disimular el cabello graso y que valen la pena probar:

  • Usar champú en seco: absorbe el aceite del cabello, pero no elimina la suciedad. Si se utiliza con frecuencia, puede irritar el cuero cabelludo y provocar el efecto rebote. Úsalo solo en situaciones esporádicas.
  • Lavar solo el flequillo con champú purificante sin acondicionador;
  • Cambiar la raya del cabello: ocultar la parte más expuesta del cabello cambiando la división (derecha, izquierda, centro);
  • Cambiar el peinado: un peinado recogido siempre disimula la grasa.

Después de todo, ¿quién nunca lo ha hecho?

No olvides que no hay una receta mágica para el cuidado del cabello graso. La forma en que las personas conocidas cuidan su cabello puede parecer excelente, pero puede no ser adecuada para ti. ¡Siempre considera tu rutina, necesidades y presupuesto!