Piel madura: características y cuidados
Publicado el 27 de marzo de 2023 por Andressa Maravieski
La piel madura tiene unas características y cuidados específicos.
Por supuesto, con el paso del tiempo, la piel pierde elasticidad e hidratación, lo que puede dar como resultado un aspecto más envejecido y cansado. Sin embargo, la piel madura no siempre está relacionada con la edad.
Comprender por qué tu piel es diferente y saber cómo cuidarla se vuelve fundamental para que mantengas la salud de tu piel y realces su belleza natural.
¿Cuáles son las características de la piel madura?
La piel madura es, en general, más fina, más sensible y delicada. Acentúa las líneas de expresión, la sequedad, la flacidez, las manchas y las ojeras. La coloración puede tornarse más amarillenta y pueden resaltarse los vasos rojizos.
Puede experimentar aplanamiento de los pómulos, caída de las cejas y la punta de la nariz. Aparecen bolsas en la región de los párpados y surcos en los labios. El contorno facial se vuelve más indefinido, mostrando asimetrías. También puede notar dificultad en la cicatrización de la piel.
¡Pero cálmate! No te deprimas si te identificas con una, varias o todas las características enumeradas de la piel madura.
Conocer las razones por las que tu piel está cambiando tan rápido puede ayudarte a lidiar mejor con estas particularidades y minimizarlas si así lo deseas.
¿Por qué está cambiando mi piel?
Para responder a su pregunta, investigué varios sitios que se mencionan y están disponibles al final de este artículo. Hay varios factores que provocan estos cambios. Vamos a ellos:
En primer lugar, debemos recordar que la función de la piel es proteger todo nuestro organismo frente a las agresiones externas, además de mantener nuestra temperatura corporal.
Con el tiempo, aproximadamente a partir de los 30 años, la piel empieza a realizar algunas funciones más lentamente y a reducir la producción de algunas sustancias.
En la menopausia, por ejemplo, debido a los cambios hormonales, se produce una caída en la producción de estrógenos, que son los responsables de la renovación celular y de la síntesis de colágeno (proteína) y elastina, que aseguran la firmeza y la elasticidad. La consecuencia que ya has leído y sentido: piel más fina y signos de envejecimiento.
La función protectora de nuestra piel también se ve comprometida por la disminución de la secreción sebácea y la dificultad para cicatrizar.
Además de la piel, tu cuerpo también lo siente, ya que el colágeno está presente en nuestros tendones y huesos y la caída en su producción puede provocar más dolor en las articulaciones, músculos debilitados y ligamentos rígidos.
Estos cambios ocurren naturalmente, pero hay otros que son causados por su estilo de vida. La dieta, el estrés, la exposición al sol, el sedentarismo y el tabaquismo pueden influir en el aspecto y la salud de tu piel.
Por eso, cuando se habla de piel madura, es importante tener en cuenta estos diversos aspectos, no solo la edad.
¿Qué cuidados debo tener con la piel madura?
Cuando hablamos del cuidado de la piel, especialmente de la piel del rostro, tenemos que recordar que los pasos de limpieza, tonificación, hidratación y protección son, como mínimo, el comienzo de nuestro cuidado.
Necesitarás disciplina para tu rutina de cuidado de la piel y elegir las adecuadas para tu productos.
Para limpiar y tonificar, prefiere cosméticos que sean más suaves. Evita el agua muy caliente y el uso de esponjas para limpiar tu piel.
A la hora de hidratarte, busca productos específicos para tu edad y necesidad, con activos como el ácido hialurónico, el colágeno y la elastina. Disponemos también de un producto específico para la línea de ojos.
Existen varias opciones de vitaminas y ácidos que ayudan a la renovación celular, aclaran manchas, cicatrizan, reducen la oleosidad, estimulan la producción de colágeno, entre otras funciones. Ejemplos son: salicílico, glicólico, retinoico, mandélico, kójico, felúrico, láctico y otros, además del ácido hialurónico que ya hemos mencionado. Cada uno de ellos con distintas indicaciones y beneficios.
¡Sin embargo, ten mucho cuidado! Antes de invertir en el producto que creas ideal, Acude a tu dermatólogo y descubre cuáles son las particularidades de tu piel. Si se usan incorrectamente, pueden causar daños permanentes.
¡La fase de protección es indispensable! El protector solar con o sin base de color es un elemento imprescindible en tu cosmética, sobre todo si utilizas productos antioxidantes.
La radiación solar, las fuentes de calor y la luz azul (de los equipos electrónicos) pueden acelerar el proceso de envejecimiento y causar cáncer de piel. Por eso es obligatorio protegerlo.
Recuerde también hacer algo de actividad física con regularidad. Mejorará la circulación sanguínea, te garantizará un sueño más profundo, estimulará la renovación celular además de ayudarte a aliviar el estrés y promover una sensación de bienestar. ¡Resultado que se siente en la piel!
El cuidado nutricional también es fundamental para la salud de las pieles maduras. Evitar el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, refrescos, alimentos industrializados, azucarados, con alto contenido de sodio o grasas.
Los expertos dicen que en esta etapa el mayor consumo de proteínas (especialmente pescado), cítricos y frutos rojos, aceite de oliva, avena, linaza, nueces de Brasil, nueces y ajo ayudan a tu cuerpo a producir más colágeno.
Beber mucha agua es otra conducta que debe ser obligatoria en tu rutina y que no solo beneficiará a tu piel sino al funcionamiento de todo el organismo al mantenerla hidratada y ayudar a eliminar toxinas.
Otra opción de cuidado que puedes tener con la piel madura es la suplementación. El seguimiento médico y los exámenes periódicos pueden indicar que algunas sustancias necesarias para el buen funcionamiento de su organismo tienen niveles de producción alterados y deben ajustarse.
Además de los cuidados naturales, también puedes optar por varios tipos de procedimientos estéticos. Actualmente, hay una variedad de opciones, desde las más sencillas hasta las más invasivas. Todo dependerá de la evaluación y seguimiento de su dermatólogo y cirujano plástico.
Las gimnasia/automasajes faciales han sido una forma más de autocuidado difundida en las redes sociales con la oferta de cursos y talleres. Vale la pena revisar las oportunidades e investigar las calificaciones de los profesionales involucrados.
Lo que vale en esta fase de identificación y cuidado de la piel madura es que es un proceso ligero, de autoconocimiento y autoestima.
Infórmate siempre que puedas y busca formas de atravesar estas transformaciones de una manera más saludable y con autocompasión.
¡El movimiento pro-aging puede ayudarte a mirar este momento con otros ojos! ¡Conoce!
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